En mi caso, la última pieza de sufrimiento psicológico que se desvaneció fue la búsqueda de la autorrealización. La sutil, pero profundamente arraigada percepción errónea de que algún otro estado es «eso».
El deseo de liberarse del sufrimiento es auténtico. Solo eso justifica e imparte valor a las enseñanzas, a los maestros y a la búsqueda. Sin embargo, cómo se objetiva y conceptualiza esa liberación del sufrimiento, es decir, «Nada se convierte en algo», es pura maya.